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martes, 21 de diciembre de 2010

10 razones para volver a ser católicos

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  • No importa por cuánto tiempo hayas estado alejado de la Iglesia Católica, siempre puedes volver a casa. Puedes comenzar yendo a Misa nuevamente (encuentra una parroquia) y hazte miembro de una comunidad parroquial que está lista a recibirte con los brazos abiertos. Dios te invita a que te decidas a profundizar tu fe como nunca lo habías hecho anteriormente.

    Tal vez sientas en tu interior un extraño impulso que te hace reconsiderar a la Iglesia. Esa añoranza spiritual que sientes es Dios que te está llamando. Dios nunca te obliga, solo te invita. El deja la decisión de regresar a la Iglesia Católica en tus manos.

    Existen muchas razones para volver a la Iglesia Católica. A pesar de ser Cristo el principal motivo entre otros muchos para volver a la iglesia, la experiencia personal de retorno es única, dependiendo de lo que cada corazón oiga dentro de sí.

    He aquí las diez razones (por Lorene Hanley Duqin de Our Sunday Visitor: http://www.osv.com y editado por el equipo de Católicos Regresen) que ha influenciado en la decisión de muchas personas para regresar a la práctica de la religión Católica:

  • Número 10: Porque queremos darle sentido a nuestra vida.

    En el barullo de la agitada vida de hoy, de pronto muchos de nosotros nos damos cuenta de que nuestras vidas han perdido el sentido o propósito. Empezamos a preguntarnos, ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué hago lo que hago? Existe una confusión generalizada en nuestra cultura en cuanto a la moral y la verdad. La Iglesia Católica se brinda como un faro de luz que da significado a nuestra existencia y nos dirige hacia la vida eternal si perseveramos en ello.

  • Número 9: Porque los recuerdos de nuestra niñez vuelven a la memoria.

    Algunas personas dicen que los recuerdos de la niñez cuando se tenía una relación con Dios vuelven a aparecer más tarde en la vida. Comenzamos a preguntarnos, “¿Es posible volver a capturar la simplicidad de la fe? ¿En verdad puedo creer que Dios está cuidando de mí? La secularización en nuestra sociedad desconecta a las personas de su propia dimensión espiritual. La Iglesia Católica ofrece TANTO experiencias religiosas COMO místicas que alimentan el corazón, la mente, el cuerpo y el alma ASÍ COMO una variedad de activos ministerios laicos que se interconectan y se relacionan con la sociedad actual haciendo de ésta una sociedad más santa en donde vivir.

  • Número 8: Porque todos cometemos errores.

    Hay algunos entre nosotros que nos sentimos abrumados por el peso de pecado que se ha venido acumulando en nuestro interior. Queremos deshacernos de la culpabilidad de haber herido a otros. Comenzamos a preguntarnos, ¿Dios me perdonará? ¿Hay alguna manera de que pueda comenzar de nuevo? Le puedes decir a Dios que te arrepientes, pero es a través del sacramento de la reconciliación que tendrás la certeza del perdón de Dios. Además no solamente te reconciliarás con Dios sino también con todos los otros miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (CCC 1440) y se te otorgará la gracia necesaria para emprender un comienzo totalmente nuevo.

  • Número 7: Porque necesitamos perdonar a los demás.

    Algunas veces guardamos rencores y resentimientos hacia personas que nos han herido profundamente. Tal vez fue un miembro de la familia o un amigo. Tal vez fue otra persona (una religiosa o un sacerdote), o tal vez algo ocurrió en la iglesia. ¿Me perdonará Dios alguna vez? Nuestra cultura moderna aprueba y fomenta la ira y la venganza. Pero el odio y la amargura son como cánceres espirituales que devoran nuestro corazón. La Iglesia Católica brinda la oportunidad de buscar la ayuda de Dios para perdonar a otros, aún cuando la otra persona no pida disculpas o no merezca perdón. La habilidad de perdonar es un regalo que ensancha el corazón de una persona para recibir el amor y la paz de Dios.

  • Número 6: Porque queremos sanación.

    Hay algunos entre nosotros cargando profundas heridas espirituales. Sentimos rabia contra Dios cuando luchamos contra las cosas negativas que nos pasan –una enfermedad incurable, una lesión que nos debilita, una relación rota, problemas mentales o emocionales, un acto de violencia contra una persona inocente, un accidente inexplicable, desastres naturales, la muerte de un ser querido o cualquier otra desilusión. La Iglesia Católica no puede cambiar estas situaciones o explicar porque ocurrieron. Pero hay gente en la Iglesia que puede ayudarte en el proceso de sanación espiritual para que sigas adelante con tu vida.

  • Número 5: Porque la Iglesia Católica posee la totalidad de la verdad y la gracia.

    Muchos de nosotros que nos alejamos de la Iglesia Católica participamos por un tiempo en las bendiciones del culto de diferentes denominaciones cristianas. Pero algunos regresan cuando se dan cuenta que el Catolicismo posee la totalidad de la verdad y la gracia. La Iglesia Católica no fue fundada por una sola persona que buscaba una reforma o por movimiento histórico aislado. No está fragmentada por interpretaciones individuales de las Escrituras. Existen miles de denominaciones cristianas, pero solo una Iglesia Católica. Esta Iglesia ha venido siendo guiada por el Espíritu Santo y protegida de error en cuestiones de fe y moral de generación en generación por aproximadamente dos mil años, tal como lo prometió nuestro Señor Jesucristo: (profetizado en Isaías 22:15-25) Mateo 16:13-20; Mateo 18:15-18 (en este verso la palabra es iglesia, no comunidad); 1 Tim 3:15.

  • Número 4: Porque queremos que nuestra niñez tenga los fundamentos de la fe.

    Algunos de nosotros regresamos a la Iglesia Católica porque reconocemos que el criar niños en una cultura que promueve “el hacer lo que quieras” daría resultados desastrosos. Los niños necesitan experimentar la dimensión espiritual en sus vidas. Necesitan de un sistema estructurado de creencias y una firme formación moral que vaya más allá de la lógica humana y el razonamiento. Regresamos porque queremos que nuestros niños puedan construir sus vidas sobre una base sólida.

  • Número 3: Porque queremos formar parte de nuestra comunidad de la fe.

    Muchos de nosotros buscamos sentir que pertenecemos. Sin embargo, nuestra comunidad es más que solo gente amistosa, sermones inspirados y actividades interesantes. Una comunidad cristiana católica es un grupo de personas que se reúnen alrededor de la persona de Jesucristo para adorar a Dios y vivir bajo la luz del Espíritu Santo. Los católicos se reúnen en la Misa, los sacramentos y las actividades de la parroquia para rezar, celebrar los gozos, lamentar las pérdidas, servir a los demás, dar apoyo y recibir fortaleza para el diario vivir. Una parroquia católica ofrece esto –y mucho más- a personas que reconocen la importancia de caminar con otros hacia la unión con Dios.

  • Número 2: Porque queremos ayudar otras personas.

    Hay muchísimas oportunidades en el mundo secular de ser voluntario. Lo que falta es la dimensión espiritual que brinda este tipo de servicio dentro de la Iglesia Católica. Es más que una actividad para “sentirse bien”. Es parte del “gran mandamiento” (Marcos 12:28) de amar a Dios y al prójimo como uno mismo. Al tender la mano a los demás, los voluntarios Católicos se hacen instrumentos del amor de Dios. La Iglesia Católica brinda oportunidades de impactar la vida de las personas aquí y en el resto del mundo.

  • Número 1: Porque tenemos hambre de la Eucaristía.

    [La Eucaristía es la razón más importante por la que las personas regresan a la Iglesia]

    Mucha gente regresa a la Iglesia Católica porque sienten gran añoranza por la Eucaristía. Algunas veces ocurre durante una boda, un funeral, un bautizo, una Primera Comunión o una Confirmación. A veces ocurre cuando las personas se encuentran solas o enfrentando dificultades en su vida. Las personas lo describen como un profundo deseo de aplacar el hambre por el alimento espiritual que es el recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo. El hambre por la Eucaristía origina el reconocimiento de la presencia de Cristo en los otros sacramentos, lo cual hace que se acerquen aún más a la práctica de su fe. Es, sin lugar a dudas, la razón primordial por la que las personas regresan a la Iglesia Católica.

    La mayoría de gente descubre que regresar a la Iglesia no constituye un acontecimiento aislado sino que se trata de un proceso que entraña un poquito de dolor y risa, algo de reflexión, oración, discernimiento y muchísimo abandono. “Mi verdadero retorno a la participación total en la parroquia tuvo lugar hace tres años, después de sentir añoranza por primera vez,” una persona admitió.

    Y, ¿qué recibimos a cambio? La Iglesia Católica nos ofrece unión con Jesucristo:

    • En las Sagradas Escrituras
    • En la oración
    • En la participación comunitaria con los demás
    • En la Eucaristía
    • Y en los otros sacramentos.

    Nos ofrece apoyo espiritual en los momentos buenos y en los malos también. Nos ofrece sabiduría divina de miles de años de gente que como TÚ vivió en todos y cada uno de los siglos de la historia Cristiana: 33AD, 100AD, 800AD, 1000AD, 1300AD, 1964AD, y 2005AD. Nos ofrece significado y propósito en esta vida y la promesa de vida eterna con El después de la muerte para quienes perseveren hasta el final.

    Tú sabes que estás en casa cuando comiences a sentir un profundo sentimiento de paz.

    Una nota personal: Para quienes (familias, esposos, esposas, etc.) hayan dejado la Iglesia Católica O QUIENES no sean Cristianos Católicos que han descartado la posibilidad de serlo a causa de los problemas recientes en la Iglesia, quisiera compartir lo siguiente.

    Tenemos problemas, pero el usar la crisis en la Iglesia como una excusa para no ser un(a) Católico(a) practicante o, para un no-Católico Cristiano y no convertirse en Católico, no es excusa. Somos y seremos siempre una Iglesia de santos y pecadores. Por medio de la Eucaristía, en donde REALMENTE participamos de la Naturaleza Divina, Nuestro Señor nos forma hacia la madurez y, de ser necesario, saca los resentimientos que hemos venido guardando en nuestros corazones por muchísimos años en nuestra alma. Tenemos que cooperar con El con nuestra oración y no huir.

    Esperemos y recemos que en los próximos años los líderes de nuestra Iglesia escogidos por decreto divino tomen con seriedad la tarea de examinar [y tomar las graves medidas del caso] la situación espiritual y el ambiente de muchos seminarios Católicos aquí, en los Estados Unidos, para evaluar y examinar profesores de seminario, directores vocacionales y hermanas religiosas allí contratados.

    A pesar de que los medios de comunicación tienden a pintar los problemas en nuestra Iglesia con brocha gorda y nunca en una luz positiva, recordemos que existen muchos sacerdotes santos que llevan a cabo su vocación silenciosamente y SON realmente testigos santos de Jesús. (Estos son los sacerdotes que NUNCA se verán en las noticias de la noche.) Tanto como Jesús fue rechazado por el mundo, así la Iglesia que El fundó y los verdaderos seguidores de esta Iglesia serán rechazados.

    En los pasados siete años, se hizo un estudio sobre el abuso sexual dentro de las iglesias. El estudio se basó en la correspondencia entre incidente y población en la iglesia.

    ¿Adivinemos que iglesia tuvo el más bajo nivel de incidencia en abuso sexual? Adivinó correctamente: La Iglesia Católica.

    ¿Escucharemos esto en nuestras noticias locales?

    www.catolicosregresen.org

Yo Solía Ser Católico…Por Que Regresar

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A lo mejor has estado lejos de la Iglesia Católica por un tiempo. A lo mejor no estás seguro porque deseas volver, pero deseas tratar nuevamente. Te entendemos. Por eso estamos aquí.

A lo mejor no estás seguro si estás de acuerdo o entiendes algunas de las enseñanzas de la Iglesia Católica. Puedes tener dudas acerca del matrimonio, el divorcio. O tu fe ha sido afectada por algún escándalo? Pues has llegado al lugar correcto.

Family at Church

Católicos Regresen está aquí para ayudarte a encontrar las respuestas de tus dudas o contestar tus preguntas. Hemos hecho el mayor esfuerzo posible para proveerte buenas y concretas respuestas a tus preguntas. Hay mucha información aquí que te pueda ayudar.

Existe un viejo dicho que dice: “una vez católico, siempre católico”. Muchas personas que abandonaron la Iglesia, por la razón que fuera, aún sienten una fuerza misteriosa que los atrae a regresar a Ella.

Nosotros creemos que está fuerza misteriosa proviene de Dios. Es Su manera de usar la gracia para encaminarnos en la dirección correcta.

Muchas veces cuando estamos navegando en alta mar, necesitamos un faro que nos ilumine el camino, pues la Iglesia Católica es como un faro. Fue establecida 2,000 años atrás por Nuestro Señor Jesucristo y enviada al mundo para guiarnos hacia el cielo. Jesús les dijo a sus apóstoles (los obispos originales de la Iglesia) que:

“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.” (Mateo 28:19-20).

Aunque la Iglesia Católica está compuesta de seres humanos (pecadores como nosotros), lo que enseña no viene de ella misma, sino de Nuestro Señor, que estableció Su Iglesia “sobre una roca” (c.f., Mateo 16:18).

Cristo desea que seamos como niños para entrar en el reino de los cielos, pero no con una fe infantil; necesitamos madurar en la fe.

No hay duda, que a medida que crecemos, las cosas cambian, la vida se hace más complicada, y las respuestas sencillas ya no nos satisfacen. San Pablo nos dice: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.” (1 Corintios 13:11).

Leyendo las Sagradas Escrituras encontramos las respuestas, en ellas redescubrimos lo que se nos ha olvidado, y reconstruiremos la fe perdida. Pero, recuerden que, como San Pedro declaró, "Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios.” (2 Pedro 1:20).

Aquí es que vemos que el papel de la Iglesia es ser el faro. Jesús les dijo a sus apóstoles, “Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.” (Lucas 10:16).

El Señor quiere que sepamos y que entendamos la verdad para que podamos acogerla plenamente y vivir de acuerdo a ella. Después de todo, El declaró que “La verdad os hará libres” (Juan 8:32).

No olviden lo que Jesucristo dijo sobre la búsqueda de la verdad…

Tengas en cuenta que la Iglesia Católica ha estado entre nosotros por más de 2,000 años y a través de los años ha habido innumerables preguntas y objeciones sobre sus prácticas y enseñanzas. Las respuestas están aquí. Y si por casualidad tienes preguntas de la Iglesia Católica que no han sido contestadas directamente aquí en Católicos Regresen, envíanos una nota y dinos que buscas, y te ayudaremos.

¡Dios le bendiga en su jornada!

www.catolicosregresen.org

Sabiduría de la Madre Teresa

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"No busques a Jesús en tierras lejanas, que no está allí. Él está cerca de vosotros, está con usted. Sólo mantener la fuga
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quema de p y siempre lo verán.Sigue llenando la lámpara con todas estas pequeñas gotas de amor, y verás cuán dulce es el Señor, te amo. "

"Respira en mí, oh Santo Espíritu, que mis pensamientos todos sean santos. Ley en mí, oh Espíritu Santo, que mi trabajo, también puede ser santo. Dibuja mi corazón, oh Santo Espíritu, que me encanta, pero lo que es santo. Fortalecer mí, oh Espíritu Santo, para defender todo lo que es santo. Guardia mí entonces, oh Santo Espíritu, que siempre puede ser santo.Amén. "

Beata Madre Teresa, ruega por nosotros.

La sabiduría del Santo Padre

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Algunos pensamientos del Papa Benedicto XVI sobre la evangelización:

"¿Cuántas personas también en nuestro tiempo están en la búsqueda de Dios, en busca de Jesús y de su Iglesia, en busca de la misericordia divina, y esperan un" signo "que toque su mente y su corazón! Hoy, como entonces, el evangelista recuerda
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nos que el único "signo" es Jesús elevado en la cruz: Jesús muerto y resucitado es el signo absolutamente suficiente. A través de él podemos comprender la verdad sobre la vida y obtener la salvación. "

"[Evangelización] no es algo opcional, sino la vocación propia del Pueblo de Dios, un deber que le corresponde por mandato de nuestro Señor Jesucristo mismo"

"Uno de los indicios prometedores de una renovación en la conciencia misionera de la Iglesia en las últimas décadas, ha sido el creciente deseo de muchos laicos, hombres y mujeres [...] a cooperar generosamente en la 'missio ad gentes". Como el Concilio Vaticano II destacó, la obra de evangelización es un deber fundamental que incumben a todo el Pueblo de Dios. "

jueves, 16 de diciembre de 2010

La Fuerza de la Fe

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SI UN HOMBRE NO ESTÁ DISPUESTO
A DAR LA VIDA POR SUS IDEAS,
ES PORQUE SUS IDEAS NO VALEN NADA
O ÉL NO VALE NADA.


EZRA POUND


En el año 304, el emperador Diocleciano prohibió a los cristianos, bajo pena de muerte, tener las Escrituras, construir lugares para el culto o reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía. En Abitina, una pequeña localidad de la actualTúnez, cuarenta y nueve cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras,reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía, desafiando las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados, fueron llevados a Cartago e interrogados por el procónsul Anulino.

Cuarenta mártires de Sebaste
Cuarenta mártires de Sebaste

Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul, que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió:"Sine dominico non possumus". Es decir,sin reunirnos el domingo para celebrar la Eucaristía, no podemos vivir, nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir.

Después de atroces torturas, estosmártires de Abitinamurieron heroicamente, pero con ello vencieron, y ahora los recordamos y nos llevan a reflexionar también a nosotros, cristianos del siglo XXI, sobre la Eucaristía y sobre nuestra disposición a dar la cara por nuestra fe.

En el año 320, durante la persecución de Licinio, hubo otro grupo de mártires que se hizo muy popular entre los primeros cristianos: los cuarenta mártires de Sebaste. Estaban enrolados en una legión de guardia de frontera.

Los cuarenta eran muy jóvenes, de menos de veinte años. Cuando llegó al campamento la orden de Licinio de que los soldados participaran en los sacrificios idolátricos, ellos rehusaron. Fueron arrestados, atados a una larga cadena y encerrados en la cárcel.

La prisión se prolongó mucho tiempo, probablemente porque se aguardaban órdenes superiores, o incluso del mismo emperador. Durante la espera, previendo su fin, los presos escribieron un testamento colectivo en el que se recogían los nombres de cada uno.

Llegada la sentencia de condenación, fueron destinados a morir de frío. Debían estar expuestos desnudos por la noche, en pleno invierno, en un estanque helado y ahí aguardar su fin. El lugar elegido para la ejecución fue un amplio patio delante de las termas de Sebastia.

Para aumentar el tormento de las víctimas, se dejó abierta la entrada a las termas, de donde salían chorros de vapor del calidarium. Bastaban pocos pasos para salir unos de las angustias, renegar de Cristo y recuperar en las termas esa vida que se estaba yendo de sus cuerpos minuto a minuto. El tiempo pasaba y ninguno de los condenados salía del estanque helado. Mientras sufrían aquel frío tan intenso oraban pidiendo a Dios, que, ya que eran cuarenta los que habían proclamado su fe en Cristo, fueran también cuarenta los que lograran la gracia del martirio.

Ruinas de Sebaste
Ruinas de Sebaste

El vigilante de las termas asistía estupefacto a la escena. De repente, uno de los condenados, extenuado por los espasmos del frío, salió del estanque y se arrastró hacia la puerta iluminada. Al ver esto, el vigilante decidió remplazarlocompletando nuevamente elnúmero de cuarenta: se proclamó cristiano y se arrojó junto a los otros condenados.

-¿Y CREES QUE ERA NECESARIO MORIR DE ESA MANERA?

Creo que el mundo avanza y sobrevive gracias al testimonio de personas que no se dejan doblegar y saben hacer frente con valentía a los atropellos que se hacen a la dignidad del hombre.

Podríamos referirnos de nuevo al ejemplo de Santo Tomás Moro, que en 1534 prefirió ser destituido de todos sus cargos, ver confiscados sus bienes y acabar recluido en Torre de Londres, antes que aceptar las infamias de Enrique VIII. Allí estuvo encerrado durante quince meses, hasta que fue decapitado, soportando todo tipo de presiones para no ser fiel a lo que Dios, a través de su conciencia, le pedía. Su testimonio de coherencia cristiana hasta el martirio explica que su fama haya crecido incesantemente con el paso de los siglos. Su nombre figura tanto en el martirologio católico como en el anglicano, y su figura es reconocida universalmente, por encima de fronteras nacionales y de confesiones religiosas, como símbolo de integridad y como testimonio heroico de la primacía de la conciencia.


También podríamos recordar el caso deSan Estanislao de Polonia, que en el año 1079 tuvo la audacia de censurar al mismísimo rey Boleslao II por sus múltiples inmoralidades. El rey ordenó matarlo, y como sus sicarios no se atrevían a atentar contra una persona tan santa, subió él mismo al altar de la catedral de Cracovia y, mientras celebraba la Santa Misa, lo asesinó con sus propias manos.

-SUPONGO QUE NO HABRÁ SIDO EN VANO EL TESTIMONIO DE TANTAS MUERTES EN DEFENSA DE LA FE, PERO DAN GANAS DE RESPONDER DE OTRA MANERA ANTE LOS ATROPELLOS Y LAS INJUSTICIAS.

Es cierto, y por eso en muchas ocasiones nos preguntamos por qué razón Dios se queda callado, por qué no hace de inmediato lo que para nosotros resulta quizá evidente. Muchas veces desearíamos que Dios se mostrara más fuerte, que actuara con más contundencia, que derrotara de una vez al mal y creara un mundo mejor.

Sin embargo, cuando pretendemos organizar el mundo adoptando o juzgando el papel de Dios, el resultado es que hacemos entonces un mundo peor. Podemos y debemos influir en que el mundo mejore, pero sin olvidar nunca quién es el Señor de la historia. Porque, como ha señalado Benedicto XVI, nosotros quizá sufrimos ante la paciencia de Dios, pero todos necesitamos de su paciencia. El mundo se salva por el Crucificado y no por los crucificadores. El mundo es redimido por la paciencia de Dios y destruido por la impaciencia de los hombres.

El testimonio de los santos ha tenido un gran peso a lo largo de la historia.Chesterton decía que, a fin de cuentas, todos los siglos han sido salvados por media docena de hombres que supieron ir contra las corrientes de moda en ese siglo. Cada época tiene sus audacias, y cada audacia, un hombre que tiene el valor de vivir contra corriente ante las ofuscaciones y cobardías del momento.


Además, muchas veces, esas persecuciones han sido ocasión de grandes bienes. Si recordamos, por ejemplo, la figura de San Esteban, el primer mártir del cristianismo, vemos que a su asesinato siguió una persecución contra los cristianos, la primera en la historia de la Iglesia, pero aquella persecución, que les obligó a huir de Jerusalén y a dispersarse, les hizo transformarse en misioneros itinerantes, de manera que la persecución, y la consiguiente dispersión, se convirtieron en misión, y el Evangelio se propagó por Samaria, Fenicia y Siria, hasta llegar a la gran ciudad de Antioquía, donde, según cuenta San Lucas, fue anunciado por primera vez también a los paganos.

En todas las épocas y lugares, aunque a primera vista no lo parezca, ha sido difícil vivir la fe o la entrega a Dios. Tampoco es fácil ahora, aunque en pocos sitios haya ya prohibiciones o persecuciones formales. El mundo en el que vivimos, marcado a menudo por el consumismo, por la indiferencia religiosa o por un secularismo cerrado a la trascendencia, aparece muchas veces, para la entrega a Dios, como un desierto no menos inhóspito que el de otros tiempos. Pero quizá precisamente por eso,
vivir contra corriente es tanto o más necesario.
Martirio de San Esteban
Martirio de San Esteban

Fuente:Alfonso Aguiló

interrogantes.net

El cristianismo es, en nuestros días, la religión más perseguida del mundo

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De cada diez personas, siete no pueden vivir su fe totalmente en libertad. Ademásla religión más perseguida es el Cristianismo, con al menos 200 millones de personas discriminadas. Lo revela el informe sobre libertad religiosa en el mundo que publica cada dos años la organización católica 'Ayuda a la Iglesia Necesitada'.


En 21 de los 194 países estudiados no existe apenas libertad religiosa. El informe aclara que existen dos tipos de persecución religiosa: la política y la que procede de miembros de otras religiones.

Peter Sefton Williams
Ayuda a la Iglesia Necesitada
“Hay opresión política contra creyentes, discriminación en países como China, Cuba. Corea del Norte y en países como Vietnam”.

La persecución que procede de otras religiones es especialmente grave en algunos países de mayoría islámica.


Peter Sefton Williams
Ayuda a la Iglesia Necesitada
“En lugares al sur de Arabia los cristianos o cualquier grupo no musulmán no pueden organizar una oración en público. Tampoco en países como Somalia, Sudán”.

El vicepresidente de los obispos católicos de Pakistán denunció durante la presentación del informe que la situación de los cristianos ha empeorado en su país porque hace unos años no había asesinatos por motivos religiosos y ahora sí.

El Gobierno no es responsable de ninguno de estos asesinatos. Los responsables son nuevos grupos islámicos que actúan a espaldas de las autoridades.

Además criticó la Ley de blasfemia, que castiga severamente, incluso con la pena de muerte, a quien blasfeme contra el Corán o contra el Profeta Mahoma.

La medida es peligrosa porque es muy difícil que la víctima demuestre su inocencia ya que la mayoría son personas con pocos recursos. Aunque hasta el momento el gobierno no ha ejecutado a nadie por este delito, los acusados son a menudo asesinados por radicales.



Mons. Joseph Coutts
Vicepresidente, Conferencia Episcopal de Pakistán
“Queremos tener los mismos derechos que el resto de ciudadanos de Pakistán. Pero no estamos contra nuestro país, queremos estar en el país. No estamos abandonando el país”.

Este informe también revela que ha disminuido la libertad religiosa en Estados Unidos y en Europa por la radicalización del laicismo. Especialmente en países como España, donde se prohíbe la presencia de símbolos religiosos en lugares públicos; Francia, por la discriminación a la comunidad islámica o Alemania donde hay hostilidad contra la Iglesia católica por parte de algunos sectores por su posición en temas como la familia o la defensa de la vida.

En definitiva, este estudio ha demostrado que la libertad religiosa ha disminuido en todo el mundo y que ejercer este derecho es más difícil hoy que hace dos años.

www.primeroscristianos.com

EL ÁRBOL DE NAVIDAD SU ORIGEN Y SENTIDO CRISTIANO

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“En las próximas semanas el árbol de Navidad será motivo de alegría […] Su forma en punta, su color verde y las luces de sus ramas son símbolos de vida. Además, nos remiten al misterio de la Nochebuena. Cristo, el Hijo de Dios, trae al mundo oscuro, frío y no redimido, al que viene a nacer, una nueva esperanza y un nuevo esplendor. Si el hombre se deja tocar e iluminar por el esplendor de la verdad viva que es Cristo, experimentará una paz interior en su corazón y será constructor de paz en una sociedad que tiene mucha nostalgia de reconciliación y redención” (Benedicto XVI, Audiencia, 12 de diciembre de 2008).


EL ÁRBOL DE LA VIDA, EL AMOR Y LA PAZ

Árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro
Árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro

Muchas de las leyendas y antiguas tradiciones que hacen referencia al árbol de Navidad se remontan a tiempos muy antiguos, pero la documentación histórica acerca del árbol tal y como lo conocemos y decoramos hoy en día, sólo apareció en los últimos siglos.

No hay duda, sin embargo, que estas leyendas y tradiciones muestran la convergencia de muchas costumbres, algunas de ellas nacidas fuera de la cultura cristiana y otras de origen estrictamente cristiano.

Vamos a considerar aquí algunas que podrían ser precursoras del árbol deNavidad.

ORIGEN HISTÓRICO

Desde tiempos muy antiguos, los pueblos primitivos introducían en sus chozas las plantas de hojas perennes y flores, viendo en ellas un significado mágico o religioso.

Los griegos y los romanos decoraban sus casas con hiedra. Los celtas y los escandinavos preferían el muérdago y muchas otras plantas de hoja perenne (como el acebo, el rusco, el laurel y las ramas de pino o de abeto) pues pensaban que tenían poderes mágicos o medicinales para las enfermedades.

En la cultura de los celtas, el árbol era considerado un elemento sagrado. Se sabe de árboles adornados y venerados por los druidas de centro-Europa, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de diversos elementos y fuerzas de la naturaleza.

Se celebraba el cumpleaños de Frey (dios del Sol y la fertilidad) adornando un árbol perenne, cerca de la fecha de la Navidad cristiana. El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo): en cuya copa se hallaba el cielo, Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín), mientras que en las raíces profundas se encontraba el Helheim (reino de los muertos).

Cuando se evangelizó el centro y norte de Europa, los primeros cristianos de esos pueblos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, cambiando su significado pagano.


SAN BONIFACIO, OBISPO DEL SIGLO VIII

San Bonifacio cortando el roble de Odín
San Bonifacio cortando el roble de Odín

Una interesante tradición -en parte historia, en parte leyenda-, popular en Alemania, afirma que el árbol de Navidad se remonta al siglo VIII.

San Bonifacio (675-754) era un obispo inglés que marchó a la Germania en el siglo VIII (concretamente a Hesse), para predicar la fe cristiana.

Después de un duro período de predicación del Evangelio, aparentemente con cierto éxito, Bonifacio fue a Roma paraentrevistarse con el papa Gregorio II (715-731).

A su regreso a Alemania, en la Navidad del año 723, se sintióprofundamente dolido al comprobar que los alemanes habían vuelto a su antigua idolatría y se preparaban para celebrar el solsticio de invierno sacrificando a un hombre joven en el sagrado roble de Odín.

Encendido por una ira santa, como Moisés ante el becerro de oro, el obispo Bonifacio tomó un hacha y se atrevió a cortar el roble sagrado. Hasta aquí lo que está documentado históricamente.

El resto pertenece a la leyenda que cuenta cómo, en el primer golpe del hacha, una fuerte ráfaga de viento derribó al instante el árbol. El pueblo sorprendido, reconoció con temor la mano de Dios en este evento y preguntó humildemente a Bonifacio cómo debían celebrar la Navidad.

El Obispo, continúa la leyenda, se fijó en un pequeño abeto que milagrosamente había permanecido intacto junto a los restos y ramas rotas del roble caído. Lo vio como símbolo perenne del amor perenne de Dios, y lo adornó con manzanas (que simbolizaban las tentaciones) y velas (que representaban la luz de Cristo que viene a iluminar el mundo).

Como estaba familiarizado con la costumbre popular de meter en las casas una planta de hoja perenne en invierno, pidió a todos que llevaran a casa un abeto. Este árbol representa la paz, y por permanecer verde simboliza también la inmortalidad; con su cima apuntando hacia arriba, se indica, además, el cielo, la morada de Dios.


OBRAS TEATRALES RELIGIOSAS MEDIEVALES

Árbol de Navidad
Árbol de Navidad

También ofrecen pistas importante sobre el origen del árbol de Navidad, tal como lo conocemos, las obras de teatro medievales que representaban los misterios y pasajes de la Biblia.

En concreto el árbol del Bien y del Mal en el Paraíso Terrenal. Su propósito eraenseñar la religión a los feligreses, que en su mayoría eran analfabetos.

Para difundir y mantener viva la fe y dar a conocer las Sagradas Escrituras, lapredicación era esencial, pero no suficiente.

Se pensó que las obras teatralescompletaran esa predicación y pronto se hicieron populares en toda Europa.

En la Nochebuena, el 24 de diciembre, se representaba -con grandísimo éxito popular- el episodio del pecado original de Adán y Eva. El árbol del Paraíso terrenal era el centro del escenario.

El árbol debería haber sido un manzano, pero no habría sido adecuado en invierno. Se ponía un abeto en el escenario con algunas manzanas en sus ramas, y obleas preparadas con galletas trituradas en moldes especiales, así como dulces y regalos para los niños. Incluso cuando se abandonaron estas obras teatrales religiosas, el árbol del Paraíso siguió estando asociado a la Navidad.

LOS ORÍGENES MÁS RECIENTES DEL ÁRBOL DE NAVIDAD

La opinión más generalizada entre los expertos es que el árbol de Navidad, tal como lo conocemos hoy, decorado e iluminado con luces, deriva de este árbol del Paraíso. Como su lugar de nacimiento se sugiere la orilla izquierda del Rhin, y concretamente la Alsacia.

Uno de los primeros testimonios de esto son los registros de la ciudad de Schlettstadt (1521), en los que fue establecida una especial protección para los bosques en los días previos a la Navidad; los guardabosques eran los responsables de castigar a cualquiera que cortara un árbol para decorar su casa .

Otro documento nos informa de que, en Estrasburgo, la capital de Alsacia, los abetos se vendían en el mercado, para llevar a casa y decorarlos. De Alsacia, la tradición de los árboles de Navidad se propaga a toda Alemania y al conjunto de Europa, y pronto, al resto del mundo cristiano.

ASPECTOS SIMBÓLICOS DEL ÁRBOL

Árbol de Navidad
Árbol de Navidad

Los árboles han tenido a lo largo de la historia un significado muy especial: en todas las culturas poseen aspectos simbólicos de carácter antropológico, místico o poético.

La idea extendida de los aspectos benéficos de los árboles para el hombreha dado lugar a distintas leyendas y lo ha relacionado con sentidos mágicos y rituales.

En varias culturas el árbol representa el medio y la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hacia el cielo; por ello en ciertas religiones, sobre todo orientales, el árbol es signo de encuentro con lo sagrado, punto de encuentro entre el ser humano y la divinidad.

Otros significados ampliamente extendidos sobre los atributos mágicos del árbol concernían a la fecundidad, al crecimiento, a la sabiduría y a la longevidad.

SENTIDO CRISTIANO

El árbol de Navidad recuerda, como hemos visto, al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tantorecuerda a Jesucristo que ha venido a ser el Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa el árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de hoja perenne.

En palabras de Juan Pablo II: “En invierno, el abeto siempre verde se convierte ensigno de la vida que no muere […] El mensaje del árbol de Navidad es, por tanto, que la vida es ‘siempre verde’ si se hace don, no tanto de cosas materiales, sino de sí mismo: en la amistad y en el afecto sincero, en la ayuda fraterna y en el perdón, en el tiempo compartido y en la escucha recíproca” (Juan Pablo II, Audiencia, 19 de diciembre de 2004).

La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), simboliza a la Santísima Trinidad. A las oraciones que se realizan durante el Adviento se les atribuye por un color determinado, y cada uno simboliza un tipo:

Árbol de Navidad con los tradicionales adornos
Árbol de Navidad con los tradicionales adornos

• El azul, para las oraciones dereconciliación.
• El plateado, para las de agradecimiento.
• El dorado, para las de alabanza.
• El rojo, para las de petición.
• Estos colores, junto con el verde del árbol mismo, tal vez sean los más tradicionales para los adornos navideños.

El árbol de Navidad y los regalos propios de estas fechas, son un modo de recordar que del árbol de la Cruz proceden todos los bienes…

Por eso tiene un sentido cristiano la tradición de poner bajo el árbol los regalos de Navidad para los niños:

“Generalmente, en el árbol decorado y a sus pies se colocan los regalos de Navidad. El símbolo se hace elocuente también desde el punto de vista típicamente cristiano: recuerda al ‘árbol de la vida’ (Cf. Génesis 2, 9), representación de Cristo, supremo don de Dios a la humanidad” (Juan Pablo II, Ídem).

LOS ADORNOS NAVIDEÑOS

Los adornos más tradicionales del árbol de Navidad son:

Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella que guió a los Magos hasta Belén.
Bolas: en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
Lazos: Tradicionalmente los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desea dar y recibir.
Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.

Como nos dice Benedicto XVI “al encender las luces del Nacimiento y del árbol de Navidad en nuestras casas, ¡que nuestro ánimo se abra a la verdadera luz espiritual traída a todos los hombres y mujeres de buena voluntad! … Frente a una cultura consumista que tiende a ignorar los símbolos cristianos de las fiestas navideñas, preparémonos para celebrar con alegría el nacimiento del Salvador,transmitiendo a las nuevas generaciones los valores de las tradiciones que forman parte del patrimonio de nuestra fe y cultura”. (Benedicto XVI, 21 de diciembre de 2005)

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Dios, felicidad del hombre

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Presentarnos un florilegio del pensamiento agustiniano sobre el tema de Dios como felicidad del hombre.

A) El objeto de la felicidad: sus condiciones "Todos deseamos vivir felices. No hay nadie en el género humano que no esté conforme con este pensamiento, aun antes de haber yo acabado su expresión. Ahora bien, según mi modo de ver, no puede llamarse feliz el que no tiene lo que ama, sea lo que fuere; ni el que tiene lo que ama, si es pernicioso; ni el que no ama lo que tiene, aun cuando sea lo mejor. Porque el que desea lo que no puede conseguir, vive en un tormento. El que consigue lo que no es deseable, se engaña. Y el que no desea lo que debe desearse' está enfermo. Cualquiera de estos tres supuestos hace que nos sintamos desgraciados, y la desgracia y la felicidad no pueden coexistir en un mismo hombre. Por lo tanto, ninguno de estos seres es feliz. Quédanos otra cuarta solución, y es, a mi parecer, que la vida es feliz cuando se posee y se arna lo que es mejor para el hombre. ¿En qué está el disfrutar una cosa sino en tener a mano lo que se ama ? No hay nadie que sea feliz si no disfruta aquello que es lo mejor, y todo el que lo disfruta es feliz; por lo tanto, si queremos vivir felices, debemos poseer lo que es mejor para nosotros" (De mor. Eccl. cath. 1,3,4: BAC., Obras t. 4 p.264; PL 32,13124).

B) La felicidad está en la perfección del alma

a) LO MEJOR PARA EL HOMBRE "Síguese de lo dicho que debemos buscar lo mejor para el hombre. Esto, desde luego, no puede ser cosa alguna que sea peor que él, porque lo que sea peor que él lo envilecería... ¿Será quizás otro hombre como él? Pudiera serlo, si no hubiese nada superior al hombre y susceptible de ser gozado por éste. Pero, si encontramos algo más excelente que pueda ser objeto del amor del hombre, no habrá duda de que debe el hombre esforzarse en conseguirlo para ser feliz.. Pues si la felicidad consiste en conseguir aquel bien que no tiene ni puede tener superior, a saber, el bien optimo, ¿cómo podremos decir que lo es la persona que no ha alcanzado su bien supremo? ¿Y cómo puede haber alcanzado el bien supremo si hay algo mejor a lo que pueda llegar?"

b) LA FELICIDAD DEL HOMBRE ES LA FELICIDAD DEL ALMA "Además, este bien debe ser de tal condición que no se pueda perder contra nuestra voluntad, porque nadie puede confiar en un bien si teme que se lo quiten aun queriendo conservarlo y abrazarse a él. El que no está seguro en el bien de que goza, no puede ser feliz mientras vive con ese temor" (ibid., 3,5). Debemos, pues, buscar qué es lo que hay mejor para el hombre. Ahora bien, el hombre es un compuesto de alma y cuerpo, y, desde luego, la perfección del hombre no puede residir en este último (ibid., 4,6). La razón es fácil: el alma es muy superior a todos los elementos del cuerpo, luego el sumo bien del mismo cuerpo no puede ser ni su placer, ni su belleza, ni su agilidad. Todo ello depende del alma, hasta su misma vida. Por tanto, si encontrásemos algo superior al alma y que la perfeccionara, eso seria el bien hasta del mismo cuerpo. Suponed que un auriga alimente, cuide y guie a sus caballos siguiendo mis consejos, ¿no soy yo el bien de esos caballos? Luego lo que perfeccione al alma será la felicidad del hombre (ibid., 5,7-8).

C) La felicidad es Dios Nadie duda que la virtud es la perfección del alma. Ahora bien, esta virtud, o es el alma misma, o es algo fuera de ella. Decir que la virtud es el alma misma equivale a un absurdo, porque el alma imperfecta, sin virtud, encontraría su perfección en poseerse a si misma, esto es, en poseer una cosa imperfecta. Luego la virtud es algo que está fuera del alma, y si no queréis darle este nombre porque lo reserváis para los hábitos y cualidades de la misma alma, entonces me referiré a aquello que hace que la virtud sea posible (ibid., 6,9). "Esto que confiere al alma que la busca, la virtud y la sabiduría, o es un hombre sabio o es Dios". El hombre no lo es, porque falla aquella condición de la inamisibilidad; "queda, pues, sólo Dios. El seguirlo está bien; el conseguirlo, no sólo bien, sino que es vivir feliz". Evidentemente me dirijo a aquellos que creen en Dios (ibid., 6,10). Bien claro nos lo dice la Sagrada Escritura: Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma (Mt. 22,23) . ¿Quieres más ? Sí quisiera, si fuera posible. ¿Qué te dice Pablo? Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman... Si Dios está por nosotros, quién contra nosotros?... ¿La tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? La desnudez? (Rm 8, 28~35). En Dios tenemos el compendio de todos los bienes. Dios es nuestro sumo bien. Ni debemos quedarnos más bajo ni buscar más arriba. Lo primero seria peligroso; lo segundo, imposible (lbid.).

D) Deseo innato de la felicidad La sabiduría, el conocer y poseer la verdad, es la felicidad para San Agustín. La opinión de los hombres es muy diferente acerca de dónde se encuentra la verdadera sabiduría; unos la colocan en el arte militar, otros en sus negocios, etc. "Si, pues, consta que todos queremos ser bienaventurados, igualmente consta que todos queremos ser sabios, porque nadie que no sea sabio es bienaventurado, y nadie es bienaventurado sin la posesión del bien sumo, que consiste en el conocimiento y posesión de aquella verdad que llamamos sabiduría. Y así como, antes de ser felices, tenemos impresa en nuestra mente la noción de felicidad, puesto que en su virtud sabemos y decimos con toda confianza, y sin duda alguna, que queremos ser dichosos, así también, antes de ser sabios, tenemos en nuestra mente la noción de la sabiduría, en virtud de la cual, cada uno de nosotros, si se le pregunta si quiere ser sabio, responde sin sombra de duda que sí, que lo quiere" (De lib. arbit. 9,25-26: BAC Obras de San Agustín t.3 p 351-353; PL 32,1254).

E) La felicidad consiste en conocer y poseer a Dios San Agustín dedica el capítulo 12 del libro Sobre el libre albedrío a demostrar la existencia de una verdad fuera de nuestra inteligencia y superior a ella. Basa su prueba en el hecho de que diversas inteligencias ven una misma verdad, y, por otra parte, esas inteligencias son tornadizas, y la verdad, inmutable. Por lo tanto, existe una verdad superior a nuestra razón. Esa verdad debe de ser nuestro sumo bien.

a) VARIOS GÉNEROS DE FELICIDAD INSATISFACTORIOS 'Te prometí demostrarte... que había algo que era mucho más sublime que nuestro espíritu y que nuestra razón. Aquí lo tienes: es la misma verdad. Abrázala, si puedes; goza de ella, y alégrate en el Señor y te concederá las peticiones de tu corazón (Ps. 37,4). Porque ¿qué más pides tú que ser dichoso? ¿Y quién más dichoso que el que goza de la inconcusa, incomnutable y excelentísima verdad?"... "Los hombres dicen que son felices cuando tienen entre sus brazos los cuerpos hermosos, ardientemente deseados, ya de las cónyuges, ya de las meretrices, ¿y dudamos nosotros llegar a ser felices abrazándonos con la verdad? Se tienen los hombres por felices cuando, secas las fauces por el ardor de la sed, llegan a una fuente abundante y salubre, o cuando, hambrientos, encuentran una comida o cena bien condimentada, ¿y negaremos nosotros que somos felices cuando la verdad sacia nuestra sed y nuestra hambre?"... "Con frecuencia oímos decir a muchos que son dichosos porque se acuestan entre rosas y otras flores, o también porque recrean su olfato con los perfumes más aromáticos; pero ¿qué cosa hay más aromática y agradable que la inspiración de la verdad? ¿Y dudamos proclamar que somos bienaventurados cuando ella nos inspira?".. . "Muchos hacen consistir la bienaventuranza de la vida en el canto de la voz humana y en el sonido de la lira y de la flauta, y cuando estas cosas les faltan se consideran miserables y cuando las tienen saltan de alegría; y nosotros, sintiendo en nuestras almas suavemente y sin el menor ruido el sublime, armonioso y elocuente silencio de la verdad, si así puede decirse, ¿buscaremos otra vida rnás dichosa y no gozaremos de la tan cierta y presente a nuestras almas ?". . . "Cuando los hombres encuentran sus delicias en contemplar el brillo del oro y de la plata, el de las piedras preciosas y de los demás colores, o en la contemplación del esplendor y encanto de la misma luz que ilumina nuestros carnales ojos, ora proceda ella del fuego de la tierra, ora de las estrellas, o de la luna, o del sol, y de este placer no les aparta ni la necesidad ni molestias de ningún género, y les parece que son dichosos, y por gozar de ellas quisieran vivir si empre, ¿temeremos nosotros hacer consistir la vida bienaventurada en la contemplación del esplendor de la verdad?"

b) LA VERDAD, SUPREMA FELICIDAD "Todo lo contrario, y puesto que en la verdad se conoce y se posee el bien sumo, y la verdad es la sabiduría, fijemos en ella nuestra mente y apoderémonos así del bien sumo y gocemos de él, pues bienaventurado el que goza del sumo bien..." "Esta, la verdad, es la que contiene en sí todos los bienes que son verdaderos, y de los que los hombres inteligentes, según la capacidad de su penetración, eligen para su dicha uno o varios. Pero así como entre los hombres hay quienes a la luz del sol eligen los objetos, que contemplan con agrado, y en contemplarlos ponen todos sus encantos y quienes, teniendo una vista más vigorosa, más sana y potentisima, a nada miran con más placer que al sol, que ilumina tambien las demás cosas, en cuya contemplación se recrean los ojos más débiles, así también, cuando una poderosa inteligencia descubre y ve con certeza la multitud de cosas que hay inconmutablemente verdaderas, se orienta hacia la misma verdad, que todo lo ilumina, y, adhiriéndose a ella, parece como que se olvida de todas las demás cosas, y, gozando de ella, goza a la vez de todas las demás, porque cuanto hay de agradable en todas las cosas verdaderas lo es precisamente en virtud de la misma verdad".

c) LIBERTAD, FELICIDAD Y VERDAD SUPREMAS "En esto consiste también nuestra libertad, en someternos a esta verdad suprema; y esta libertad es nuestro mismo Dios, que nos libra de la muerte, es decir, del estado de pecado. La misma verdad hecha hombre y hablando con los hombres, dijo a los que creían en ella: Si fuereis fieles en guardar mi palabras seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Io 8,31-32). De ninguna cosa goza el alma con libertad sino de la que goza con seguridad" (cf. De lib. arbit. 13,35-37: BAC, t. 3 p.369-73; PL 32,1260).

d ) DIOS, SUPREMO BIEN DEL HOMBRE En resumen, "el que busca el modo de conseguir la vida feliz, en realidad no busca otra cosa que la determinación de ese fin bueno en orden a alcanzar un conocimiento cierto e inconcuso de ese sumo bien del hombre, el cual no puede consistir sino en el cuerpo, o en el alma, o en Dios; o en dos de estas cosas o en todas ellas. Una vez que hayas descartado la hipótesis de que el supremo bien del hombre puede consistir en el cuerpo, no queda más que el alma y Dios. Y si consigues advertir que al alma le ocurre lo mismo que al cuerpo, ya no queda más que Dios, en el cual consiste el supremo bien del hombre. No porque las demás cosas sean malas, sino porque bien supremo es aquel al que todo lo demas se refiere. Somos felices cuando disfrutamos de aquello por lo cual se desean los otros bienes, aquello que se anhela por si mismo y no por conseguir otra cosa. Por lo tanto, el fin se halla cuando no queda ya nada por correr no hay referencia ulterior alguna. Allí se encuentra el descanso del deseo, la seguridad de la fruición, el goce tranquilísimo de la buena voluntad" (cf. Epist. 118,313: BAC, Obras t. 8 p.854; PL 33,4381.

F) Inclinación sobrenatural a Dios

El deseo sobrenatural y la necesidad que tenemos de Dios nos muestra que Dios es nuestro fin. San Agustín se imagina aquella escena del Génesis en que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas, como símbolo del Espíritu Santo, moviéndose sobre el abismo de nuestras almas e impulsándolas hacia arriba.

"¿Qué diré de ese peso de los deseos que nos empuja hacia el abismo negro, y del modo como nos levanta el Espíritu Santo, que se mueve sobre las aguas? ¿Cómo explicaré que nos hundimos y que flotamos? ¿ Qué semejanza encontraré?.. . Son nuestros afectos, son nuestros amores, son las inmundicias del espíritu humano, que se escurre hacia abajo con el amor de los cuidados y es tu santidad la que nos sube con el amor de la seguridad, para que elevemos nuestro corazón a ti y alcancemos aquel descanso supereminente después que nuestra alma haya atravesado estas aguas que no tienen consistencia (Ps. 123,5)" (cf. Confesiones XIII, 7,8; BAC Obras de San Agustín t.2 p.904-910; PL 32.847). "Resbalan los ángeles, resbala el alma del hombre, y todas las criaturas espirituales caerían en el abismo profundo y tenebroso si tú no hubieses dicho desde un principio Hágase la luz (Gen. 1.3), Y la luz se hubiera hecho... Y esta misma miserable inquietud de las almas que resbalan y que nos muestra sus tinieblas, una vez desnudas del vestido de tu luz, nos enseña suficientemente la grandeza de la criatura racional que no puede conseguir el descanso feliz con nada que sea menos que tú y, por lo tanto, nunca en sí misma. Tú, Dios mio, iluminarás nuestras tinieblas (Ps 17,29)..., pues de ti nacen nuestros vestidos, y nuestras tinieblas serán como mediodía (Ps. 138,12). Entreguéme a ti, Dios mío, vuelve a mí; yo te amo, y si te amo poco, te amaré más. No puedo medir y saber cuánto amor tuyo me falta para llegar a la suficiencia y que mi vida alcance tus abrazos y no se separe de ti hasta que pueda esconderme en tu rostro (Ps. 30,21). Sólo sé una cosa, que me va mal fuera de ti, y no sólo fuera de ti, sino hasta en mí mismo, y toda riqueza que no sea mi Dios es pobreza para mí" (ibid., XIII, 8,9).

C) La felicidad exige la eternidad "Tarde te he amado, ¡oh Hermosura tan antigua y tan nueva!; tarde te he amado, y te tenía dentro, y yo andaba fuera y te buscaba allí y me desparramaba por las cosas hermosas que tú hiciste. Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo. Me sujetaba lejos de ti todo aquello que, si no hubiese estado en ti, hubiera perdido el ser. Y tú me llamaste y tu gritaste y rompiste mi sordera; brillaste, resplandeciste y desvaneciste mi ceguedad; despediste tu fragancia y pude guiar mi espíritu, y ahora te anhelo. Gusté de ti y tengo hambre y sed. Me tocaste, y me ha colmado tu paz" (cf. Confesiones X,27,38: BAC, t.2 p.751, PL 32,795). "Cuando me uno a ti totalmente, no sufro dolores ni trabajos; mi vida se llena toda de ti, pero, como quiera que tu levantas a los que llenas y ahora no estoy lleno, me soy una carga para mí mismo. Batallan las alegrías mías, que merecen llorarse, con las penas que debían alegrar, y yo no sé distinguir hacia qué parte se inclina la victoria. ¡Ay de mí, Señor! ¡Compadécete de mí! Pelean mis tristezas malas con las alegrías buenas, y no sé en qué parte está la victoria. ¡Ay de mí, Señor! ¡Compadécete de mí! ¡Ay de mí! No escondo mis heridas. Tú eres el médico, y yo el enfermo; tú el misericordioso, y yo el mísero. ¿No es acaso una tentación la vida humana en esta tierra? (Job 7,1). ¿Hay quien desee sus molestias y dificultades? Tú mismo me mandas que las soporte, pero no que las ame. Nadie ama lo que soporta, aunque ame el tolerarlo. Si bien se alegran de su paciencia, preferirían que no existiera lo que la ocasiona. En medio de la adversidad deseo la prosperidad; en la prosperidad temo la adversidad. Y en medio de todo ello, ¿como no va a ser tentación la vida humana? ¡Ay, una y mil veces, de las prosperidades del siglo, del temor de la adversidad y de la corrupción de la alegría! (ibid., X,28,39).

H) La gloria, esperanza de los hijos adoptivos

a) HIJOS DE DIOS EN LA ESPERANZA CR/HIJO-DE-D: Haznos ver, ¡oh Yavé!, tus piedades y danos tu ayuda salvadora (Ps. 84,8). Danos tu misericordia, que no es otra cosa sino Cristo, el pan que bajó del cielo. Nos dio a Cristo, pero a Cristo hombre, y el que nos lo dió hombre, nos lo ha de dar también como Dios. A los hombres les dio un hombre, porque no podían verle de otra manera. A Cristo Dios ningún hombre puede verle. Se hizo hombre para los hombres; se reserva en cuanto Dios para los dioses. ¿Estoy hablando quizá soberbiamente? Lo sería si El mismo no hubiese dicho: Sois dioses, sois hijos del Altísimo (Ps. 81,6, y Jn. 10,34). La adopción divina nos renueva, nos trueca en hijos de Dios. Por ahora lo somos, pero sólo por la fe y en la esperanza, no en la realidad... Ahora creemos lo que no vemos; pero, permaneciendo firmes en creer lo que no se ve, conseguiremos ver lo que creemos. Por eso Juan en su Epistola nos dice: Ahora somos hijos de Dios, aunque no se ha manifestado lo que hemos de ser (1 Jn. 3,2). ¿Cómo no saltaria de gozo un pobre peregrino, desconocedor de su familia, hambriento y lleno de calamidades, si de repente se le dijera: Eres hijo de un senador, tu padre nada en riquezas y te llama? ¿Cuál no seria su alegría sI estas promesas no fueran falsas? Pues ahí tenéis que un Apostol de Cristo, que no miente, se os acerca y dice: ¿Por que desesperáis, por qué os afligís y os quebrantáis de pena, por qué os empeñáis en vivir en la miseria de estos placeres siguiendo vuestras concupiscencias? Teneis un Padre, teneis una patria, tenéis un patrimonio. ¿Quien es el Padre?. Somos hijos de Dios. ¿Por qué, pues, no vamos a nuestro Padre? Porque aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. ¿Y qué seremos? Seremos semejantes a El, porque le veremos tal cual es" (ibid.).

b) HERMOSURA DE DIOS Pero quizás veamos al Padre y no a Cristo. "Oye a Cristo: El que me ve a mí, ve a mi Padre (Io. 14,9). Cuando se ve al Dios único, se ve a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo... Meditad, hermanos, aquella hermosura. Todas estas cosas que veis y que amáis, las hizo El y si son hermosas, ¿qué no será El mismo? Si son grandes, ¿cuán grande será El? Sírvanos todo esto que amamos para encendernos en deseos mayores de El y, despreciándolas, amarle... ¡Oh Señor!, danos a tu Cristo, conozcamos a tu Cristo, veamos a tu Cristo, no como lo vieron los judíos que lo crucificaron, sino como lo ven los ángeles, que lo ven y gozan" (cf. Enarrat. in Ps. 84,10: PL 36,1073).

I) Tranquilidad eterna del cielo

a ) FELICIDAD TRANQUILA CIELO/COMO-SERA/AG "¿Qué recibirán los buenos?... Os he dicho que estaremos a salvo, viviremos incólumes, gozaremos la vida sin pena, sin hambre. sin sed, sin defecto alguno, con los ojos limpios para la luz. Todo eso os he dicho y, sin embargo, me he callado lo principal. Veremos a Dios, y ésta es tan gran cosa, que en su comparación todo lo anterior es nada... A Dios no puede versele ahora tal y como es; sin embargo, le veremos, por eso se dice que el ojo no vio ni el oído oyó, pero lo verán los buenos, lo verán los piadosos, lo verán los misericordiosos" (Serm. 128,11 PL 38,711).

b) FELICIDAD ETERNA "¿Y qué, hermanos? Si os preguntase si queréis ser felices, si queréis vivir sanos, todos me contestaríais que desde luego. Pero una salud y una vida cuyo fin se teme, no es vida. Eso no es vivir siempre, sino temer continuamente Y temer continuamente es ser atormentado sin interrupción y siI vuestro tormento es sempiterno, ¿dónde está la vida eterna? Estamos muy seguros de que una vida, para ser feliz, necesita ser eterna; de lo contrario, no sería feliz ni aun siquiera vida, porque, si no es eterna, si no se colma con una saciedad perpetua, no merece el nombre ni de felicidad ni de vida... Cuando lleguemos a aquella vida prometida al que guarde los mandamientos, habré de decir que es eterna? ¿Habré de decir que es feliz? Me basta con decir que es vida porque es vida, es eterna y es feliz. Y cuando la alcancemos podemos estar seguros de que no ha de fenecer. Pues si, una vez llegados a ella, estuviéramos inciertos sobre su futuro temeríamos, y donde hay temor hay tormento, no del cuerpo sino de lo que es más grave, del corazón, y donde hay tormento, ¿cómo podrá haber felicidad? Luego bien seguro es que aquella vida es eterna y no se acabará porque viviremos en aquel reino del que se ha dicho que no tiene fin (Lc. 1,33)" (Serm. 307,7: PL 38,1403).

C) SACIEDAD INSACIABLE "Saciedad insaciable, sin cansancio; siempre hambrientos y siempre saciados. Oye dos sentencias de la Escritura: Los que me comen tendrán más hambre de mi, y los que me beben quedarán sedientos (Si 24,21). Y para que no pienses que allí puede haber necesidad o hambre, oye al Señor: Quien bebe de esa agua, volverá a tener sed (Io. 4,131. Pero me preguntas: ¿cuándo será esto? Cuando quiera que sea, tú espera al Señor, ten paciencia, obra virilmente y ensánchese tu corazón: falta menos de lo que ha pasado" (Serm. 170.9 : PL 38,932) .

J) Exhortación final

San Agustín comenta las palabras del Apóstol: Alegraos siempre en el Señor (Flp 4.4-6). El Apóstol nos manda alegrarnos, pero no en el siglo, sino en el Señor. Hay dos gozos diferentes: uno es el gozo de este siglo y otro el gozo de Dios. Hay dos gozos de Dios: uno en esta vida y otro en el cielo. Pero ¿como no me podré alegrar con el gozo de este siglo, si vivo en él ? Levantándome sobre este mundo y pensando en Cristo. Cristo está cerca.

a) DIOS Y EL HOMBRE "¿Puede haber dos cosas más lejanas y remotas que Dios y los hombres, el inmortal y los mortales, el justo y los pecadores?... Muy lejos estaba de nosotros, mortales y pecadores, el que era inmortal y justo, pero descendió hasta la tierra para estar muy cercano el que vivía lejos. ¿Y qué hizo? EI tenía dos bienes, y nosotros dos males. El, dos bienes: la justicia y la inmortalidad; nosotros, dos males: la iniquidad y la muerte. Si hubiese asumido nuestros dos males, hubiese sido como uno de nosotros y hubiera necesitado también un liberador. ¿Qué hace, pues, para ser próximo a nosotros? Próximo quiere decir no igual a nosotros. sino cercano. Considera dos cosas: es justo y es inmortal. En nuestros dos males, uno es la culpa y el otro la pena. La culpa consiste en ser malos; la pena, en ser mortales. El, para hacerse próximo a nosotros tomó nuestra pena, pero no nuestra culpa, y si tomó ésta fué para borrarla. no para obrarla... Permaneciendo justo, recibió la mortalidad, y asumiendo la pena, pero no la culpa, borró la culpa y la pena".

b) LA ALEGRÍA DEL SIGLO Y EL GOZO DE DIOS "¿Cuál es el gozo de este siglo? Gozarse en el mal, en la torpeza, en la fealdad, en la deformidad; en todo esto se goza el siglo... Te lo diré brevísimamente: La alegría del siglo es la maldad impune". Viven los hombres en medio de sus delitos, y si no les sobreviene un castigo, se consideran felices. "He aquí la alegría del siglo, pero Dios no piensa como el hombre; sus pensamientos son muy distintos". "Somos hijos. ¿Cómo lo sabemos? Porque murió por nosotros el Unigénito, para no seguir siendo uno solo. No quiso ser uno solo el que murió solo. El Hijo único de Dios engendró otros muchos hijos de Dios... ¿Dudaréis que va a repartir sus bienes el que no se creyó indigno de recibir nuestros males? Luego, hermanos, gozaos en el Señor y no en este siglo, esto es, gozaos en la verdad y no en la iniquidad; gozaos en la esperanza de la eternidad y no en la flor de la vanidad. Por lo tanto, dondequiera que os encontréis, sabed que el Señor está próximo (Flp. 4,5)".

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