El papa Benedicto XVI ha designado la ciudad de Madrid, capital de España, como la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en el año 2011. Este es el mayor acontecimiento religioso del mundo, según sus organizadores, y reúne cada tres años a centenares de miles de jóvenes católicos procedentes de decenas de países.
El Papa hizo el anuncio precisamente en este marco, celebrado este 2008 en Sidney, Australia, tras el rezo del Ángelus que daba término a una Jornada que se ha desarrollado desde el martes en esa ciudad australiana:
"Ahora ha llegado el momento de decir adiós o, mejor, ¡Hasta luego! Espero que nos veamos dentro de tres años", ha señalado el Sumo Pontífice antes del anuncio de Madrid. " Hasta ese momento, roguemos los unos por los otros, y demos ante el mundo nuestro testimonio de Cristo. ¡Dios os bendiga a todos!".
En ese momento los grupos de jóvenes españoles, muchos de ellos con camisetas rojas y banderas del país, estallaron en gritos de alegría y cánticos, como "Que viva España", o "Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid", mientras el cardenal y arzobispo madrileño, Antonio María Rouco Varela, se abrazaba al Papa.
El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, anticipó que la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 en Madrid será un momento de gran valor para la Iglesia en España porque "nos va a poner en contacto con lo mejor de nuestra tradición, el sentido de la vida y de los grandes ideales que nos han movido a todos a lo largo de muchos siglos y también ahora".
Poco después que el Papa Benedicto XVI anunciara la elección de Madrid como sede de la próxima JMJ, el Arzobispo intervino en el informativo diocesano de la Cadena COPE, y señaló que "necesitamos mucha ayuda espiritual de nuestros hermanos y hermanas de todas las edades, sobre todo los enfermos, los ancianos, los que están solos, los que tienen problemas. Si eso lo ofrecen a la Iglesia para que los jóvenes de hoy crean en Cristo y estén dispuestos a vivir según su Evangelio y su Gracia, sería una ayuda excepcional".
Asimismo, reflexionó sobre la peregrinación de los jóvenes españoles que llegaron hasta Sydney y afirmó que "la experiencia espiritual y eclesial de estos días es tan rica de contenidos, tan variada de expresiones y tan profunda a la hora de vivir las celebraciones y el convivir de las calles de Sydney, que parece a veces un poco ligero, pero estamos cambiando la faz de esta ciudad, tan cosmopolita y tan rica, con tantos rascacielos y de tantas almas con alturas como estos edificios".
"Es un momento y una ocasión donde se les plantea el problema de cómo abordar la vida; si viven en ambientes de Iglesia, como les ocurre a muchísimos en su discurrir ordinario de los años, es evidente que se les plantea el problema de la vocación. Ante la experiencia de la Iglesia y del testimonio que quieren dar ante los jóvenes del mundo, y frente a los problemas que el mundo actual plantea, la generosidad brota del corazón de un joven tocado por la amistad de Cristo y por su amor. Es un momento de las Jornadas de una gran riqueza y unas grandes posibilidades vocacionales para toda la Iglesia", indicó.
El Cardenal Rouco aseguró que "la Iglesia está realmente implantada en toda la geografía, en todas las culturas y realidades humanas y en todas las juventudes del mundo. Podríamos decir que el mundo del Pacífico, de Asia, está aquí presente con una fuerza muy impresionante".
"Hay quienes dicen que la Iglesia en Asia no tiene la expansión ni el arraigo de otros lugares y otros continentes, pero uno se admira de los muchísimos jóvenes de Asia que están participando en la Jornada, en la que predominan los filipinos. España siente una gran nostalgia de nuestra gran tradición misionera del pasado y sus frutos, también de que hayan perdido el español a la hora de hablar, pero también el gozo de que han conservado viva la fe, y la Iglesia está en el alma del pueblo filipino como en cualquier lugar de la vieja Europa o de América", indicó.
Ávila participará como “diócesis de acogida” en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud.
Durante los días previos a la Jornada de Madrid vendrán a Ávila varios miles de jóvenes, por lo que será necesario preparar todo lo relativo a su estancia y a la organización de todos los acontecimientos previos van a realizarse en estos próximos dos años que tenemos. Según el Obispado de Ávila “será necesario diseñar un programa de acogida que incluya lugares de descanso, así como la celebración de actos litúrgicos, culturales y de ocio, puesto que ser “diócesis de acogida” supone “una gran movilización de familias y parroquias, una necesaria implicación de instituciones civiles, y una intensa presencia de voluntarios que serán formados durante estos dos años”.
Esta Jornada Mundial de la Juventud es “un encuentro mundial del Papa con los jóvenes”, que se convierte en “un acontecimiento eclesial para nuestro país, para Madrid, como diócesis organizadora, y también para todas las diócesis españolas, que participen en la acogida”. Como parte de la preparación de esta Jornada Mundial de la Juventud, están previstos una serie de actos en todas las diócesis y se ofrecerán diversos materiales didácticos durante el próximo curso escolar 2009 – 2010 para trabajar con los jóvenes en catequesis y en las clases de Religión.
Además desde el Obispado de Ávila se recuerda que 2010 será Año Santo Compostelano. Por ello, se realizará desde Ávila una peregrinación diocesana de jóvenes a Santiago. Una de los aspectos más significativas será la presencia en la diócesis de la llamada Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, una cruz que regaló el Papa a los jóvenes para que peregrinase por los distintos países organizadores de las Jornadas Mundiales de la Juventud, aunque todavía no hay fecha de cuándo estará en Ávila.
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